martes, 6 de septiembre de 2011

Pasión

Hoy empuño mi hálito para hacerle un manifiesto a la pasión, si, aquella que nos transforma en animales hambrientos y a veces egoístas, esa que nos adormece los sentidos encendiendo solo el sin sentido, esa que nos entumece la calma para escupírsela a alguien más. Divina, sublime y violenta, la pasión, dama de mil disfraces que nos conmueve cuando la aunamos con el altruismo gentil y tierno de cazar nuestros sueños… Pasión, usa tu vestido rojo en mi alma todos los días para no cansarme de mis ojos, ni bajar mis brazos. Pasión, hechicera que nos seduce hasta caer en el llanto y de un segundo a otro romper el silencio con una carcajada… Pasión, dulce vid, con un sabor a veces parecido al amor, engáñame y embriágame con tu suave piel en mi boca sin importar nada… Pasión, inmoral e impetuosa nudista que re apareces sin invitación, cuando arde mi sangre y te la bebes colmándome de ti… Pasión, onírica presencia disconforme, no descanses de la vida, no descanses de la muerte, azota la ira cuando se atreva a peinar tu cordura, y dale un vuelco a mis pasos cada mañana, cuando caminan sin rumbo, y sin pasión…

No hay comentarios:

Publicar un comentario