jueves, 30 de junio de 2011

" Letargo de un peon"

Caen los brotes de maldad en el mundo, crece lo antagónico por sobre lo racional…
Crece la incertidumbre por sobre la certeza….y no hay quien perezca en esta insoportable espera.

En este encierro no hay mas que un patio trasero con dirección a las mazmorras, vestido de feudo desciendo hasta lo mas profundo esperando hallar lo mas alto, y caigo…caigo dormido
En el letargo de una fantasía que es de hipócritas y soñadores, me siento a esperar que una duda golpee mi conciencia hasta dejarla inconciente de sabiduria…espero, como espera la esperanza su eterna retórica, como espera la huida ser descubierta .
¿De que sirven las ganas, y la valentía de convertirse en caballero, cuando siendo un simple siervo estoy cómodo?
¿Por honor acaso? Para que, si me puedo perfumar con el mismo honor, bañándome valiente en el estiércol mundano, y enfrentando su fuerte hedor…¿para que ha de servirme el honor?
Honor ¿acaso puedes ilusionar a jóvenes doncellas con tu honor? Si bajando de aquel castillo, la llevas serena a perpetuar un atardecer, en un campo cubierto de trigos, recitando frases propias, y no aquellas palabras recortadas de un papiro, dirigidas a nadie…
Para que te escondes en costosos ropajes de felicidad, si una ves desnudos, los cuerpos hablan un idioma que nosotros no entendemos…te miras al espejo, y este no te muestra mas que tu verdad…un montón de hermosa piel, cubriendo quien sabe que cosa.
Somos idénticos, fuimos escritos por la misma tinta desecha en la historia, pero sin embargo se te olvido…
Fácil es olvidar que los pasos de un siervo, un feudo, y un caballero, son iguales, ambos avanzan de dos en dos…y recorren fugaces de una era en otra…
Con que derecho omitimos parte de nuestra propia historia, por seguir un ideal ajeno, por seguir ciego algo que no nos hace felices, ni tampoco nos deja en apariencia satisfechos…
Seria un verdadero honor, señores aquí presentes, prestarle mi testimonio, y decirles que en verdad , si, algo de locura debe existir en mi sien , para escribir estas palabras…algo de estupidez disconforme de la humanidad que me ha tocado vivir, debo tener entre mis piernas…por que puedo decir, no soy del todo feliz, pero tampoco del todo desdichado, y mientras exista la locura bañando las equinas de la cordura, seguiré escribiendo lo que nadie esta dispuesto a leer, ni mucho menos decir, por que todos tenemos un grado de insatisfacción cubierto por conformismo.

El temor es para los que tienen algo que perder en sus vidas, yo no tengo nada mas que perder, mas que mi propia vida…perdida o no, seria lamentable ver a otros llorar por alguien que poco conoció de si mismo, alguien que al nacer le asignaron un nombre , por decirle de alguna manera, pero seguimos siendo un simple numero, seguimos siendo un descolorido timbre entre un montón de letras, esto sucederá hasta que hagamos algo mas que solo mencionarlo, ya que solo llegar a pensarlo citara entonces en aquellas memorias remotas, al menos tu apellido sin raza ni estirpe, esta indiferencia social, perdura hasta que haces algo que pueda agradarles al resto, poco importa si no te agrada a ti mismo, ya que la indiferencia personal, en estos días parece menos importante que el no ser aceptado por todo un pueblo, solo por tener un pensamiento distinto, o por que ese color no esta de moda.
El enfoque esta desenfocado, la búsqueda esta desvirtuada, y yo… bien y yo, sigo un estrecho sendero, sin caballo , sin montura, ni mucho menos una espada pues no soy un caballero, ni pretendo serlo… solo pretendo ser un peón, con manos de monje para tener derecho a escribir mi propia historia, y con sueños firmes, como los de un caballero, para avanzar con ideales propios, que no incomoden ni a mi sombra, y que me permitan ser feliz en la cómoda agonía de esperar mi muerte, sabiendo que a nadie le importa, y por lo mismo nunca fue un impedimento para nadie saber quien fui, ni mucho menos me llevara a avergonzarme por lo que hice.