domingo, 16 de noviembre de 2014

No me busques, yo te encuentro

Hoy te vi de nuevo en la parada de los deseos, tu no lograste verme...aún no nacía, aún no...
Con no poca certeza puedo decirte que existe un algo tras la nada, y tras ese algo, se esconde un todo que me haría morir nuevamente, y vivir hasta la muerte.
Como ya te dije en mis peores sueños, no me conoces, ni te conozco, ni me conozco...quizás solo me ubico.
¿Y sabes dónde estoy ahora?
Estoy justamente alojando mi lengua en el lóbulo izquierdo de tu inconsciencia, justo donde comienza tu locura, y tu silencio humedece a gritos mi alma, como si fuera un concierto de gemidos...como si fuese un montaje griego, en el lugar más sutil de tu cuerpo,  justo ahí es donde me encuentro.
Tu presencia lúgubre trastorna mi aliento, derrite mis pechos, adormece mis brazos, me dispara a lo eterno.
No me busques...yo te encuentro.
No me veas...ya no existo.
No me llames...hoy me pierdo.
Pero antes,  mejor cántale este desconocido soneto a nuestro eterno silencio.






No hay comentarios:

Publicar un comentario